4. Sentirse bien:El Hedonismo
Pasaje Bíblico: Eclesiastés 11:9-10; 12:1, 13
Enseñanza Bíblica: Salomón aconseja a la juventud a disfrutar de la vida, caminando con su Creador.
Propósito de
Lo que necesitas: Hojas, lápices, Biblias, copia de la hoja “Carta a Dios” y de la hoja de lecturas extras para cada joven que se encuentra en
Pregunta para conocerse: Que cada persona en el grupo diga su nombre y una actividad que disfrutan realizar, empezado con el líder.
Que el líder del equipo explique que tienen que hacer una lista de 10 actividades que a los jóvenes (compañeros de escuela, amigos, vecinos, familiares) les gusta realizar. Luego que realicen un capítulo de un telenovela (con una duración de aproximadamente 5 minutos) mostrando jóvenes participando en estas actividades y las consecuencias que traen a sus vidas. Algunas van a ser cosas buenas, sentido de pertenecía, amistad, apoyo, pero algunas serían cosas negativas.
Que cada equipo haga la presentación de su telenovela.
Juntos en el grupo grande, que un líder explica:
Dostoyesky dijo: “si Dios no existe , todo está permitido”. El Apóstol Pablo hizo una aseveración semejante: “Por que si los muertos no resucitan, tampoco Cristo ha resucitado. Y si Cristo no ha resucitado, la fe de ustedes es ilusoria” (1ª Corintios 15:16-17) y concluye: “Si los muertos no resucitan, comamos y bebamos, que mañana moriremos” (1ª Corintios 15:32). Como hemos visto, nuestro afán de buscar en el conocimiento, el dinero, los placeres, etc. no podrá traernos la satisfacción o felicidad que esperamos. A esta conclusión llego Salomón, pero no terminó ahí.
Reparte a cada joven la hoja con los versículos de Eclesiastés 11:9-10; 12:1 y pide que un voluntario los lea. Luego pregunta:
· ¿Qué recomendación da Salomón a los jóvenes? (Que se alegren, que disfruten su adolescencia, que alejen de su corazón el enojo y de su ser la maldad, que se acuerden de su Creador)
· ¿Cuál es su conclusión final? (Ec. 12:13) ¿Cómo es que llegó a ella? (Luego de dedicarse a disfrutar de todas las cosas buenas a las que tuvo acceso, se dio cuenta de que ellas ya no le proporcionaban placer alguno)
Quizás han tenido la oportunidad de ver la película “Carros de Fuego”, trata de un joven que además de ser misionero es un atleta que participa en las Olimpiadas, su hermana parece no estar muy de acuerdo, ya que ellos tienen que ir a cumplir con una obra misionera. En una platica con ella, él le explica lo que significa para él participar en las carreras: “Cuando corro, siento su placer... siento que estoy haciendo lo que Él me creó para hacer”. ¿Compartes el significado de estas palabras? ¿Sientes esa alegría en todo lo que tu haces? Dios está esperando dar este placer a tu vida, puede ser que disfrutas de buenos amigos, que tienes una familia que te quiere y que tienes un buen promedio en la escuela o un buen trabajo. Todo esto es valioso pero nada podrá llenar tu vida, ni te hará sentir realizado, sólo Dios.
Reparte una copia de la hoja “Carta a Dios” a cada joven para que la completen. Cuando terminen da unos minutos para que algunos voluntarios mencionen lo que escribieron y termina con una oración.
Alégrate, joven, en tu juventud; deja que tu corazón disfrute de la adolescencia. Sigue los impulsos de tu corazón y responde al estimulo de tus ojos, pero toma en cuenta que Dios te juzgará por todo esto. Aleja de tu corazón el enojo, y echa fuera de tu ser la maldad, porque confiar en la juventud y en la flor de la vida es absurdo. Acuérdate de tu Creador, en los días de tu juventud, antes que lleguen los días malos y vengan los años en los cuales digas: “No encuentro en ellos placer alguno”.
El fin de este asunto es que ya se ha escuchado todo. Teme, pues, a Dios y cumple sus mandamientos, porque esto es todo para el hombre.
Alégrate, joven, en tu juventud; deja que tu corazón disfrute de la adolescencia. Sigue los impulsos de tu corazón y responde al estimulo de tus ojos, pero toma en cuenta que Dios te juzgará por todo esto. Aleja de tu corazón el enojo, y echa fuera de tu ser la maldad, porque confiar en la juventud y en la flor de la vida es absurdo. Acuérdate de tu Creador, en los días de tu juventud, antes que lleguen los días malos y vengan los años en los cuales digas: “No encuentro en ellos placer alguno”.
El fin de este asunto es que ya se ha escuchado todo. Teme, pues, a Dios y cumple sus mandamientos, porque esto es todo para el hombre.
Alégrate, joven, en tu juventud; deja que tu corazón disfrute de la adolescencia. Sigue los impulsos de tu corazón y responde al estimulo de tus ojos, pero toma en cuenta que Dios te juzgará por todo esto. Aleja de tu corazón el enojo, y echa fuera de tu ser la maldad, porque confiar en la juventud y en la flor de la vida es absurdo. Acuérdate de tu Creador, en los días de tu juventud, antes que lleguen los días malos y vengan los años en los cuales digas: “No encuentro en ellos placer alguno”.
El fin de este asunto es que ya se ha escuchado todo. Teme, pues, a Dios y cumple sus mandamientos, porque esto es todo para el hombre.
Alégrate, joven, en tu juventud; deja que tu corazón disfrute de la adolescencia. Sigue los impulsos de tu corazón y responde al estimulo de tus ojos, pero toma en cuenta que Dios te juzgará por todo esto. Aleja de tu corazón el enojo, y echa fuera de tu ser la maldad, porque confiar en la juventud y en la flor de la vida es absurdo. Acuérdate de tu Creador, en los días de tu juventud, antes que lleguen los días malos y vengan los años en los cuales digas: “No encuentro en ellos placer alguno”.
El fin de este asunto es que ya se ha escuchado todo. Teme, pues, a Dios y cumple sus mandamientos, porque esto es todo para el hombre.
Alégrate, joven, en tu juventud; deja que tu corazón disfrute de la adolescencia. Sigue los impulsos de tu corazón y responde al estimulo de tus ojos, pero toma en cuenta que Dios te juzgará por todo esto. Aleja de tu corazón el enojo, y echa fuera de tu ser la maldad, porque confiar en la juventud y en la flor de la vida es absurdo. Acuérdate de tu Creador, en los días de tu juventud, antes que lleguen los días malos y vengan los años en los cuales digas: “No encuentro en ellos placer alguno”.
El fin de este asunto es que ya se ha escuchado todo. Teme, pues, a Dios y cumple sus mandamientos, porque esto es todo para el hombre.
